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Durante el partido de fútbol americano Colorado vs. Colorado State, Henry Blackburn (CSU) asestó un golpe tardío a Travis Hunter (Colorado). CSU fue sancionado por rudeza innecesaria y Travis Hunter resultó lesionado en la jugada. Este tipo de juego ocurre con bastante frecuencia en el fútbol. Un jugador defensivo corre con fuerza para asestar un golpe a un jugador ofensivo. A veces, el jugador defensivo llega demasiado tarde y da un golpe una fracción de segundo después de terminar la jugada. Si esto sucede, los árbitros sancionarán un penalti. Los jugadores entienden que esto es parte del juego y que a veces sucede.
Lo que no escuchamos a menudo es la reacción de los fans. Algunos fans son demasiado entusiastas y llevan las cosas demasiado lejos. Encuentran la dirección de correo electrónico del jugador infractor y envían correos electrónicos desagradables. A veces publican cosas horribles en las redes sociales dirigidas al jugador. A veces estos comentarios llegan en forma de amenazas de muerte.
El entrenador Deion Sanders, entrenador en jefe del equipo de fútbol de Colorado, se enteró de estas amenazas de muerte. En su rueda de prensa posterior al partido intentó poner esto en la perspectiva adecuada.
“No merece una amenaza de muerte por un partido. Al fin y al cabo, esto es un juego. Alguien debe ganar, alguien debe perder. Todos continúan su vida al día siguiente. Me entristece que alguno de nuestros fans esté al otro lado de esas amenazas. Espero y rezo para que no, pero ese niño simplemente estaba jugando lo mejor que podía y cometió un error”.
La perspectiva de Joe: Los deportes significan mucho para muchas personas en Estados Unidos. Nos identificamos con nuestros equipos. Nos enorgullecemos cuando ganan y sufrimos cuando pierden. Nos tomamos las cosas personalmente. Juzgamos y criticamos desde fuera. Publicamos en redes sociales y convocamos programas de radio. Sin embargo, los fanáticos no deberían cruzar líneas. En un partido de fútbol profesional la semana pasada, un aficionado golpeó a otro aficionado y lo mató en las gradas… durante un partido. Eso está mal. Del mismo modo, los aficionados no deberían atacar a los jugadores ni amenazarlos de muerte. Una vez más, esto está simplemente mal. Aplaudo al entrenador Sanders por dejar las cosas claras y por perdonar públicamente a un jugador del equipo contrario. Espero que los fanáticos que necesitaban escuchar estos comentarios los hayan escuchado alto y claro.
Tu turno: Como deportista, ¿qué consejo le darías a los aficionados o a los padres que asisten a eventos deportivos y van demasiado lejos?
